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sábado, 30 de agosto de 2014

Llueve. Rápido, ¡gafas de sol!


Beck "Timebomb" (fan made) from ham on Vimeo.
¡Me niego a convertirme en un cliché andante!

Imagen obtenida aquí.
París, no me convences. París, me dijiste que con maquillaje todo sería mejor. Me convenciste de que llevar blazer era lo estipulado. Un paso delante y otro. ¡RÁPIDO, RÁPIDO!, ¡deja paso, hazte a un lado en las escaleras mecánicas! Más pasos, ¡presto! con estilo, con gafas, está nublado. Llueve. Hay que llevar tacón. No te servirá de nada.

París te pones en peligro, por no haber calculado de antemano el módulo del peso de la estupidez humana. Así no hay puente que resista. París eres caro y tus cafés con gente al lado unos de otros, y no en frente me ponen de los nervios.

Eres feo, y además apestas a orina. ¿Pero por qué coño te ha dado por el cigarrillo electrónico? Te da un toque como de... pedante trasnochado. Además no tienes baños. Paris, eres un prostituto caro. ¡RATAS GIGANTES! ¡rápido, meteos los pantalones por dentro de los calcetines! Sólo quieres y no das nada a cambio. Me quieres vender la torre Eiffel y sabes que me has dejado sin pasta. ¡Uñas azules!

Te pones candados. Me hiciste imaginar un mundo que hasta ahora desconocía: un mundo clasista y sobre todo de fachada. ¡Pero te dejo, París!, ¡París, te jodes! Ni siquiera..., ni siquiera París... Ni siquiera creo en el amor. No me convencerás. Jamás.

Pero, al menos París, pasamos buenos momentos. ¿Recuerdas cuando jugamos al chou-fleur?, o cuando conocimos a Pierre?, ¿y cuando nos conocimos en la Torre Eiffel?, ¿lo que nos reímos con la señorita Administración?

Luego recapacitando, siempre llego a la misma conclusión, París: te perdono, volvamos. Dame otra oportunidad, imbécil. Me arrastraré si hace falta. No puedo evitar susurrarlo mientras me miras de cerca. Porque seamos honestos, sabes cómo hacer que pierda el control. Te odio pero no te puedo dejar. Me apetece patearte la entrepierna de un buen rodillazo, pero a la vez me apetece follar. Serán tus ojos verdes, esos que no puedo olvidar, París. "No sonrías", miro hacia el suelo, niego con la cabeza, te vuelvo a mirar,... "sabes que siempre vuelvo a caer".