¿Esto es a lo que llaman amor?
Pues vaya puta mierda.
Decepcionante.
Esperaba que fueran amapolas y margaritas sonriendo todas ellas y saludando al compás; tic tac saludan, tic tac... Eso y pájaros que cantan al unísono de nuestro paso por una extensa pradera verde. ¡Yeeeepa!
Por un instante creí que éramos nosotros cogidos de la mano, sonriendo y agitando nuestras manos al ritmo de ese jodido y nefasto canto, saltando por la pradera cuan animalillos semidomesticados. Todo ello a cámara lenta en un radiante y sólido día de primavera.
¡Ah!, y un arco iris también. Nunca debe faltar el arco iris. Es más, ¡de esto último nunca es demasiado!
-¡Mira!, ¡una amapola que nos saluda!
-¡Una mula disfrazada de unicornio! ¡¿O es un camello travesti disfrazado de poniiii!?