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viernes, 13 de enero de 2012

¡Tenemos canción oficial para el blog!

Urgía por una canción oficial para el blog que mostrara de manera clara y rápida la personalidad de la autora y del propio blog. Así que le permití -a regañadientes- escribir una canción sobre toda esta parafernalia en cuestión, basándose en lo que éste le inspiraba tras una concienzuda lectura por su parte (era parte de las 152 cláusulas del contrato verbal, por supuesto). Salió esto:




¡Gracias majo!

Venga cobardes, ahora os narro un cuento con moraleja y todo:

Érase una vez una perdedor/a: porque perdedores y cobardes somos todos.
Va de un nefasto día y la pérdida de control de la situación. Sobre eso y una caca de pájaro (o dos).

Tumbado/a perpendicularmente sobre la cama con los pies apoyados en el suelo y los brazos extendidos. La radio encendida. Cara retorcida de dolor existencial. Fluido lacrimal. Luz apagada, de cajón. Comienzan a sonar las cuerdas de la guitarra con esos repetitivos compases por lo bajo, ¡cuellirojo!, ¡¿a cuento de qué viene eso?!

Tras un tiempo acatando y asentando con la cabeza, rompe apasionadamente con cara como de aflicción extreñil: "Soooooy un perdedor, I´m a loser baby, so why don´t you kill me?". Los pies comienzan a seguir el compás ¿cuaternario?: uno-dos-tres-cuatro-uno-dos-tres-cuatro. Es más, se pone en pie, la luz apagada aún, los brazos apoyados sobre la cabeza y continúa siguiendo el ritmo con sus pies y parte de su cuerpo: uno-dos-tres-cuatro... y así se curó la gilipollez. Un mal día lo tiene cualquiera.

Ay dios, las cabezas como están.

Venga postdynamites, que seguro que habéis sentido la imperiosa necesidad de hacer algo tan estrambótico a la par que repulsivo en alguna ocasión. Espero que sirva de algo el haberlo admitido por mi parte.
No pasa nada, es algo como super natural. Pronto comenzaréis a experimentar cambios...