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Detenerse y esperar. Ese terrible instante en el que absolutamente nadie se atreve a dar el primer paso: ni para amar, ni para perdonar, ni para reclamar, ni para llorar, ni para disculparse, ni para opinar, ni para luchar… ¡ni qué cojones! ¡Para mandarte a la puta mierda!
Bueno, me voy a ver si busco curro al Mercadona.
-EJEM, EJEM,... ¡LAS BOLSAS SON 0,02€, señora!
(¿Suena realista?, ¿Me véis en el papel?)
