Hoy soy una pequeña Raskolnikov.
Resulta que estoy hasta los cojones de la gente y sus chanchullos en general.
Resulta que me decía persona con principios ante todo.
Resulta que un día dejas de serlo porque crees que no merece la pena.
Porque resulta que ya está bien, si el mundo es injusto, yo trataré de sacar tajada como el resto.
Resulta que ahora no sé si me merezco o no lo conseguido.
Resulta… resulta que no sé quien me delatará antes, si mi propia acción o mi sentimiento de culpabilidad que no cree merecerse nada.
Resulta que esto es una mierda: ¿por qué el resto sí que puede y yo no?
FIN.