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lunes, 27 de junio de 2011

Paseo matutino en la ciudad

Seis de la madrugada de un domingo cualquiera. Qué es. 
Es ruido, bullicio, tranquilidad, borrachos abrazados. Joder, a estos hay que ir esquivándolos.
Recelo, felaciones en callejones, detenciones, brechas en la cabeza unidas a “cabezas” cargadas con sustancias alucinógenas que caminan con sus respectivas familias, deterioro, más detenidos, tranquilidad, coches aislados que van. 
Mierda, el bus no pasa ni a la de tres. Continúo el paseo. Prostitutas y algún chulo. 
Eso y aroma, aroma a panadería.
¡Qué pasa en mi barrio, que el aroma de la panadería es a tostada quemada!