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jueves, 25 de julio de 2013

Crítica

Mira que yo con estas cosas me pongo muy seria, así como con los codos apoyados en la mesa, las manos entrelazadas  con mis dedos índices apuntando hacia arriba a la vez que apoyados sobre mi cara y entonces me digo con la  boca pequeña, sin gesticular: es una película sobre el miedo al compromiso, a la monotonía, al matrimonio, es el miedo, la escasez de fuerza, es el rendirse, el instante en el que siempre uno decide continuar, es el acarrear a los demás, es la fuerza...

¡SANDECES! es una película que no sé lo que quiere de mi, es un momento, es el hastío, es avistar un catálogo del centro comercial de turno, es el deseo de comprar una caja de herramientas y un taladro aunque ¡ni siquiera hago bricolaje! es... ¡¡¡Capitalismo...!!! 

Pues eso, iba del capitalismo, de como se crean artificialmente tanto el momento y como el lugar idóneo para que consumamos, ¡mieditoooo!

Ah, que no, pues entonces no lo he entendido.