Yo quería cada vez más y más, pero tú cada vez me dabas menos y menos. Fue Todo. Todo abismo. Había una bombilla y se fundió. La noche era larga. La oscuridad perenne. Entonces encendí una cerilla pero tú exhalaste fuertemente y me despojaste de la escasa luminiscencia. Creí que fue casualidad. Entonces encontré otra cerilla. Era la última. Insististe en tu movimiento aparentemente fortuito. Entonces sólo se veía oscuridad. La oscuridad me asustaba pero tampoco gestaba nada para eludirla. Fue amaneciendo. Pero lentamente. En ocasiones la luz decrecía. Otras continuaba su camino. No me dejas ver... y en ello te recreas.
Bein John Malkovich (1999). Fuente, aqui. |