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sábado, 20 de junio de 2015

Fin

-Tu me dégoûtes.
-Oui, je sais.

Acabamos de asistir a uno de los diálogos más hermosos en muchos años.

Siempre afirmamos que la  vida es dura, pero olvidamos que también es graciosa en numerosos aspectos. Sublime.

Luego morimos y nada ocurre. Todo se olvida. Recordadlo, amigos.